Las mujeres que están a punto de someterse a tratamiento contra el cáncer tienen varias opciones cuando se trata de la preservación de la fertilidad.
Criopreservación de embriones. Requiere de 2 a 3 semanas. Se estimulan los ovarios para obtener varios folículos que se aspiran una vez alcanzado el número y tamaño apropiado. Los óvulos maduros aspirados se fecundan con el esperma de la pareja o un donante de esperma. Finalmente, los embriones se cultivan y se criopreservan.
Criopreservación de Ovocitos. Al igual que en la criopreservación de embriones, las pacientes reciben medicamentos para estimular sus ovarios y tener un mayor número de ovocitos recolectados. Una vez extraídos, los huevos no fecundados son criopreservados. Este método requiere la misma cantidad de tiempo que la criopreservación de embriones.
Criopreservación de Corteza ovárica. La capa superficial del ovario (corteza ovárica) es el sitio donde los huevos (ovocitos u óvulos) están almacenados. Mediante cirugía (habitualmente por laparosocopía) se pueden extraer pequeños trozos de la corteza del ovario, los que posteriormente son almacenados mediante criopreservación, logrando preservar los ovocitos. Terminado el tratamiento oncológico, tras la curación del cáncer, un cirujano puede reimplantar el tejido extraído restaurando el funcionamiento hormonal y reproductivo de la paciente. Esta técnica permite restablecer la función ovárica, pudiendo lograr gestaciones espontáneas o con tratamientos reproductivos. Otra opción, aún experimental, es para madurar los folículos y fertilizar los óvulos fuera del cuerpo y luego transferir los embriones al útero.
Transposición ovárica (ooforopexia). Está recomendado en pacientes que se someterán a radioterapia localizada en la pélvis y que no recibirán quimioterapia. Esta técnica requiere de una intervención quirúrgica (habitualmente laparoscópica) que busca alejar los ovarios del campo de irradiación, evitando la exposición directa a la radioterapia. Debido a la dispersión de radiación, el procedimiento no siempre proteger los ovarios por lo que se sugiere que esta técnica sea complementaria con las otras estrategias de preservación de fertilidad. Después del tratamiento, se puede reposicionar los ovarios de nuevo en la pelvis o utilizar la FIV para concebir.
Otras técnicas: Algunos cánceres ginecológicos tienen tratamientos quirúrgicos conservadores que logran preservar la fertilidad sin comprometer el resultado oncológico de los pacientes. Por ejemplo:
Traquelectomia radical en el cáncer cuello de útero en estadio temprano: consiste en la extirpación quirúrgica del cuello uterino preservando en resto útero y los ovarios.
Anexectomía unilateral en Tumor de ovario bordeline o Cáncer de ovario en estado temprano: Consiste en la extirpación quirúrgica del tumor ovárico respetando el ovario contralateral y el útero.
Manejo médico del cancer de endometrio inicial: Consiste en la administración de progestinas en altas dosis respetando el aparato reproductor de la mujer.